Ministras debaten la importancia de la participación activa de pueblos indígenas y mujeres en la formulación de políticas

Marina Silva, Cida Gonçalves, Sônia Guajajara y Macaé Evaristo abordaron temas como sostenibilidad y seguridad durante un panel en el CLAD

Foto: Roberto Rodrigues

En una mesa redonda compuesta exclusivamente por mujeres, la ministra de Medio Ambiente (MMA), Marina Silva, enfatizó que el Estado no puede ser solo un proveedor ni un regulador, ya que ambos modelos fracasan en atender las necesidades reales de la población. Marina, junto con la ministra de Pueblos Indígenas, Sônia Guajajara; la ministra de las Mujeres, Cida Gonçalves; y la ministra de Derechos Humanos, Macaé Evaristo, debatieron temas como sostenibilidad, seguridad y la importancia de la participación activa de pueblos indígenas y mujeres en la formulación de políticas públicas. El encuentro fue parte de la programación de este jueves (28/11) del XXIX Congreso Internacional del Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD), realizado en la Enap, en Brasilia (DF).

Marina explicó que el Estado debe ser movilizador, capaz de involucrar a trabajadores, mujeres, jóvenes y empresarios para construir un ciclo de prosperidad sostenible. “El desafío es crear un nuevo ciclo de prosperidad que sea sostenible e inclusivo. Este ciclo, que el gobierno de Lula busca mediante el plan de transformación ecológica, tiene como objetivo enfrentar el cambio climático, reducir las desigualdades y fortalecer la democracia”, destacó la ministra del MMA. Según ella, la prosperidad del pasado generó grandes impactos ambientales y pobreza, y ahora es esencial pensar en un modelo democrático capaz de revertir estas desigualdades. “El tamaño del Estado debe ser el necesario, ya que, aunque en algunas regiones es excesivo, en la Amazonia, entre pueblos indígenas y comunidades negras, sigue siendo insuficiente”, afirmó.

La ministra de las Mujeres, Cida Gonçalves, destacó que, para avanzar en la agenda de género, es esencial trabajar con tres pilares principales. El primero es la transversalidad, para garantizar que la cuestión de género atraviese todas las políticas públicas de forma concreta, con acciones implementadas por diversos organismos y no sólo registradas en el papel. El segundo es la intersectorialidad, que exige un diálogo continuo y negociación entre ministerios para garantizar la ejecución de las acciones planificadas con los recursos necesarios. El tercero es la interseccionalidad, que reconoce que las políticas de género deben considerar factores como raza, clase y etnia, ya que las mujeres negras e indígenas enfrentan desigualdades aún más profundas.

“En Brasil, los desafíos incluyen retrocesos recientes, como la propuesta de restringir los derechos al aborto legal y la desinformación sobre el concepto de género, tratado erróneamente como ideología. Otro desafío es el presupuesto limitado, ya que las políticas transversales necesitan recursos para ser efectivas. Además, la cultura de odio y violencia es un problema urgente, evidenciado por el aumento de feminicidios, violencia doméstica y sexual, especialmente contra niñas, que refleja la desvalorización de las mujeres”, destacó Cida.

Invasión en territorio indígena

Sônia Guajajara destacó un hecho ocurrido el miércoles pasado en el estado de Acre, donde un territorio indígena fue invadido por facciones criminales que abusaron de mujeres y niñas en un lugar que debería ser seguro. “Esto aumenta nuestra preocupación por garantizar la inclusión, ya que, además de incluir a los pueblos indígenas en el mercado laboral y la educación, es esencial pensar en cómo asegurar la seguridad dentro de los territorios indígenas”, afirmó la ministra. También subrayó que es necesario comprender que, en todo el mundo, los pueblos indígenas ya enfrentan desventajas frente a los colonos que ocupan sus tierras.

Además, Sônia resaltó que la construcción de políticas públicas que garanticen los derechos de los pueblos indígenas y promuevan la sostenibilidad sólo es posible con la participación directa de estas comunidades. “No se trata de decidir por ellos, sino de incluirlos en el centro de la formulación de estas políticas”, dijo. También destacó que las demandas de las mujeres indígenas están intrínsecamente ligadas a las luchas de sus pueblos, como la demarcación de territorios. “Las madres y abuelas están cansadas de sufrir violencia y de ver a sus hijos enfrentando la misma realidad. Su prioridad es garantizar sus territorios, que son esenciales para su autonomía y seguridad”, explicó.

La participación de la ministra de Derechos Humanos, Macaé Evaristo, se centró en reflexionar sobre lo planteado por Sônia. “No es posible pensar en políticas públicas inclusivas sin la participación activa de la pluralidad de sujetos del país”, afirmó Macaé. Declaró que el Estado debe superar la visión homogénea y colonizadora que llevó a la sociedad a creer en un único tipo de ser humano que orienta todas las políticas públicas.

“Moldeado por siglos de esclavitud, nuestro país generó distorsiones en la forma de concebir el Estado, que siempre ha sido apropiado por grupos específicos. Este Estado patrimonialista aún atiende, predominantemente, los intereses de una minoría, ya sea en el Ejecutivo, Legislativo o Judicial. Para transformar el Estado, es necesario ir más allá de la equidad y adoptar acciones afirmativas. Hoy, la lucha por el financiamiento partidario para mujeres y personas negras sigue siendo insuficiente. Los cupos para garantizar la presencia de mujeres y negros en el Legislativo y Judicial son esenciales para construir un Estado verdaderamente inclusivo”, dijo.

Sobre el Congreso del CLAD
El XXIX Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y la Administración Pública, realizado entre el 26 y el 29 de noviembre de 2024 en Brasilia (DF), es promovido por el Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD) y organizado por la Escuela Nacional de Administración Pública (Enap) en colaboración con el Ministerio de Gestión e Innovación en Servicios Públicos (MGI) y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).

Con 150 horas de actividades en su programación, el Congreso cuenta con más de 700 participantes, incluyendo ministras y ministros de diversos países, secretarios de Estado, parlamentarios, servidores públicos, sindicalistas y especialistas internacionales. Los debates y sesiones tienen como objetivo discutir temas como inclusión, democracia e innovación en la gestión pública, alineados con las transformaciones necesarias para hacer del Estado una institución más eficiente e inclusiva.

Servicio:
XXIX Congreso Internacional del CLAD sobre la Reforma del Estado y la Administración Pública
Fecha: del 26 al 29 de Noviembre de 2024
Lugar: Enap - Asa Sul, SPO - Área Especial 2-A, Brasília-DF
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